Las viñas que dan origen a este vino están situadas en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), en pleno corazón de Castilla. Viñas de más de 20 años, en su mayoría variedad Chardonnay, cultivadas de manera tradicional. Vendimiado a mano en su punto óptimo de maduración y prensada ligera y lenta manteniendo la uva fresca. Decantación natural de una noche y entonado directo a barricas de roble francés con una estancia de 12 meses. La fermentación alcohólica se realiza en este roble nuevo con ligeros bastoneos al final de la fermentación. Un solo trasiego a los 6 meses para mantener la frescura y elegancia del vino.

Color amarillo pajizo con ribetes de oro viejo. Gran limpidez y brillantez.
Intensidad aromática alta. Recuerdos de flores blancas, higos y compota de manzana, combinados con aromas a pan tostado y frutos secos así como notas ligeras cítricas que le dan frescor. Potente entrada aterciopelada en boca, dejando sensaciones melosas debido a la gran untuosidad del vino, todo ello ensamblado con un punto de frescura dado por la fresca acidez que acompaña el vino. El retrogusto nos vuelve a llevar a las sensaciones frescas de las flores, junto con los ahumados y los tonos de bollería.