Tarta de Santiago

Baluarte de los dulces gallegos, que ya ha cumplido 2 siglos. De ella podemos decir que lleva la cantidad justa de almendra que le da, al interior, ese color amarillo tostado tan característico y su intenso sabor. De aspecto redondo y bajo, a esta maravilla no le falta nunca, como adorno, una Cruz de Santiago que se hace con papel o metal, se coloca encima de la tarta y después se espolvorea toda ella con azúcar molido, quedando dibujada en el centro. ¿Quién es capaz de ir a Santiago de Compostela y volver sin haber probado esta delicia?