

La Despensa de Palacio
Nos las sirven con cuentagotas porque hacen una producción superlimitada. Las latas son divinas. Pero el auténtico placer reside en el momento de abrirlas y descubrir, como si de un tesoro pirata se tratara, los múltiples dulces en miniatura que contienen, todos diferentes, brillantes, como pequeñas joyas en un cofre. Y deleitarte con sus sabores. Son impresionantes.
Nos las sirven con cuentagotas porque hacen una producción superlimitada. Las latas son divinas. Pero el auténtico placer reside en el momento de abrirlas y descubrir, como si de un tesoro pirata se tratara, los múltiples dulces en miniatura que contienen, todos diferentes, brillantes, como pequeñas joyas en un cofre. Y deleitarte con sus sabores. Bocaditos de pistacho y chocolate, milhojas de naranja, polvoroncitos, guindas con chocolate, canutillos de canela... Son impresionantes.